En el día de ayer, María Santísima Madre de los Desamparados fue ataviada para la Festividad de la Inmaculada Concepción por su vestidor y camareras.
Para esta ocasión, Nuestra Madre estrena una cruz pectoral de plata y zafiro, un rosario de nácar y filigrana de plata dorada y un pañuelo con encajes de origen irlandés fechado en 1873.
Fotografías: Claudia Barbero