Para la cercana celebración de la solemnidad de Todos los Santos y conmemoración de los Fieles Difuntos, Nuestra Madre de los Desamparados ha sido ataviada de luto por su vestidor y camareras.
En esta ocasión luce una mantilla cruda de tocado, así como el escudo de oro de la Hermandad y la antigua corona de salida. Estrena el corazón de orfebrería donado por el equipo de priostía.
Como curiosidad, el agremán que presenta el conjunto de manto y saya proviene del que lució durante la bendición de la Sagrada Imagen en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.
Fotos: José Luis Montero