En 1940, se incorpora el misterio que completa el pasaje evangélico de la humillación.
Todas las figuras del misterio fueron talladas por el imaginero D. Antonio Castillo Lastrucci y representan a tres sayones judíos que se mofan del Señor mientras que un legionario romano contempla la escena. Dichas figuras han tenido diferente ubicación en el paso a lo largo del tiempo.