Este martes la oración comunitaria semanal de las 20.30 horas en la Hermandad de San Esteban tendrá un formato diferente y especial con motivo del tiempo ltúrgico cuaresmal en el que nos encontramos, en el que debemos procurar aumentar los actos de oración. ayuno y limosna.
Así pues este martes, a iniciativa de nuestro Diputación de Cultos nos situaremos junto a la capilla del Señor de la Salud y Buen Viaje en la Iglesia de San Esteban para rezar y meditar ante su venerada Imagen el Rezo del ejercicio de las Cinco Llagas.
Dicho ejercicio de las Cinco Llagas, se basa en una antigua oración iniciada por San Francisco de Asís quien según la tradición, estando en éxtasis, recibió directamente del Crucificado los estigmas en su propio cuerpo. Así pues meditaremos sobre las llagas que se produjeron en el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo para rememorar el misterio de su bendita Pasión, recordando el sacrificio que hizo por liberarnos de nuestros pecados.
El texto que rezaremos será el siguiente:
Ejercicio de las Cinco Llagas para mayor Veneración de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje
Oración Inicial: Señor, como hermanos y devotos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, nos acercamos rememorando el Misterio de tu bendita Pasión. Queremos recordar el Sacrificio que hiciste por liberarnos de nuestros pecados. Aquí estamos, Señor, para compartir tu sufrimiento.
Primera llaga: La Santísima llaga del pie izquierdo de Jesús. Os doy gracias, Señor, porque habéis sufrido tan atroces dolores a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Te pedimos perdón por los pecados que cometemos a diario en nuestras vidas, por la tibieza con que recorremos tu camino, por las barreras que ponemos a tu Amor, por nuestras cobardías y abandonos. Te pedimos, Señor, por la paz del mundo. Por que no haya miseria ni hambre en la Tierra. Por tus misioneros. Bendice a los pueblos de la Tierra, sobre todo a los más pobres. Bendice a los perseguidos por tu causa, los que padecen hambre, y los moribundos.
Padre nuestro que estás en el cielo…
Segunda llaga: La Santísima llaga del pie derecho de Jesús. Os doy gracias, Señor, porque habéis sufrido tan atroces dolores a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Te pedimos perdón por los pecados que hemos cometido por negligencia u omisión en el cumplimiento de nuestros deberes, por el desprecio con que, a veces, oímos tu Voz. Concédenos la fortaleza para vencer nuestra debilidad y nuestra pereza en tu servicio. Bendice a nuestra nación y a todos los que en ella habiten. Bendice a nuestra Ciudad y sus instituciones, y a aquellos que nos rodean.
Padre nuestro que estás en el cielo…
Tercera llaga: La Santísima llaga de la mano izquierda de Jesús. Os doy gracias, Señor, porque habéis sufrido tan atroces dolores a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Te pedimos perdón por nuestro odio, la avaricia, la envidia y los malos sentimientos y soberbias de nuestro corazón. Te pedimos, Señor, por los enfermos, por la ilusión e inocencia de los niños, por que les enseñes a ser justos y solidarios, y a tener el corazón dispuesto para amar a los demás.
Padre nuestro que estás en el cielo…
Cuarta llaga: La Santísima llaga de la mano derecha de Jesús. Os doy gracias, Señor, porque habéis sufrido tan atroces dolores a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Te pedimos por nuestra apatía en el apostolado, y la rutina de nuestra piedad. Bendice, los movimientos apostólicos, las hermandades y cofradías. Bendice esta Hermandad, a todos sus hermanos y hermanas, y concédenos la gracia de dirigir todas nuestras obras a tu mayor honra y gloria.
Padre nuestro que estás en el cielo…
Quinta llaga: La Santísima llaga del costado de Jesús. Os doy gracias, Señor, porque habéis sufrido tan atroces dolores a causa de las punzantes espinas de mis pecados.
Te pedimos perdón por los malos deseos y pensamientos, por el desaliento ante los sacrificios, y nuestra falta de fe. Te pedimos por todos nuestros hermanos difuntos, para que gocen de la vida eterna. Bendice, a nuestra Santa Madre Iglesia y a su Santidad el Papa.
Padre nuestro que estás en el cielo…
Oración final: Por el mismo Jesucristo, en el misterio de su escarnecimiento, que con el Padre y el Espíritu Santo, vive y reina, por los siglos de los siglos.
Amén.