Ayer, martes 21 de febrero, tuvo lugar el primer día de Quinario en honor a Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje. El Altar de Cultos que se ha preparado para esta ocasión pretende ensalzar la realeza de Cristo.
Iconográficamente contemplamos a Nuestro Sagrado Titular maniatado, sentado en un sitial, con la clámide púrpura, la caña y la corona de espinas sobre sus sienes, todos elementos que hacen alusión a la Realeza de Jesús, pero humanizado, humillado y castigado por el mismo pueblo que Él, con su Pasión, Muerte y Resurrección redime.
En este sentido, el equipo de priostía ha configurado el lugar de cultos como un trono, a modo de pabellón rematado con una corona, teniendo la peculiaridad que, aunque se continúa buscando la verticalidad, las tandas de candelería se extienden en la horizontalidad del presbiterio, ocupando todo el espacio el montaje de cultos.
El Señor se nos presenta portando la clámide burdeos realizada por J.G. Carrasquilla en 1960, las potencias de oro por Manuel de los Rios en 2002, el cordón con borlas cardenalicias en oro y seda donado por un grupo de hermanos en 2016, así como la corona de espinas y la caña natural, ambas piezas donadas por dos hermanos en 2017.
Las flores que culminan el conjunto se componen por Eryngium, claveles, estatices, scabiosa y pittosporino.
Cómo curiosidad, el paño de altar pertenece al ajuar de D. Rafael Galán Escalante, quien fuera párroco de San Bartolomé y precursor de la fundación de la Hermandad, donado por la familia hace unos meses.
Fotos: Manuel Agüera
